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sábado, 28 de agosto de 2010

Achmed (parte 1)

Me encanta Dios

Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y hasta torpe de las manos.

Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo, o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien. Pero esto a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la pequeña, que el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida -no tú ni yo-, la vida, sea para siempre.

Ahora los científicos salen con su teoría del Big Bang... Pero ¿qué importa si el universo se expande interminablemente o se contrae? Esto es asunto sólo para agencias de viajes.

A mí me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. Y es tan juguetón y travieso que el otro día descubrí que ha hecho -frente al ataque de los antibióticos- ¡bacterias mutantes!

Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo de carne y hueso, hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble.

Mueve una mano y hace el mar, y mueve otra y hace el bosque. Y cuando pasa por encima de nosotros, quedan las nubes, pedazos de su aliento.

Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos, y manda tormentas, caudales de fuego, vientos desatados, aguas alevosas, castigos y desastres. Pero esto es mentira. Es la tierra que cambia -se agita y crece- cuando Dios se aleja.

Dios siempre está de buen humor. Por eso es el preferido de mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos, la mujer más amada, el perrito y la pulga, la piedra más antigüa, el pétalo más tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el borboteo de luz, el manantial que soy.

A mí me gusta, a mí me encanta Dios. Que Dios bendiga a Dios.

miércoles, 25 de agosto de 2010

El Hincha


Una vez por semana, el hincha huye de su casa y acude al estadio.

Flamean las banderas, suenan las matracas, los cohetes, los tambores, llueven las serpentinas y el papel picado.

La ciudad desaparece, la rutina se olvida, solo existe el templo.

En este espacio sagrado, la única religión que no tiene ateos exhibe a sus divinidades.

Aunque el hincha puede contemplar el milagro mas cómodamente en la pantalla de la tele, prefiere emprender la peregrinación hacia este lugar donde puede ver -en carne y hueso- a sus ángeles batiéndose a duelo contra los demonios en turno.

Aquí el hincha agita el pañuelo, traga saliva -glup-, traga veneno, se come la gorra, susurra plegarias, maldiciones y de pronto se rompe la garganta en una ovación y salta como pulga abrazando al desconocido que grita el gol a su lado.

Mientras dura la misa pagana, el hincha es muchos. Con miles de devotos comparte la certeza de que "¡somos los mejores!", "¡todos los árbitros están vendidos!", "¡todos los rivales son tramposos!".

Rara vez el hincha dice "hoy juega mi club", mas bien dice "hoy jugamos nosotros". Y bien sabe este jugador numero doce que es él quien sopla los vientos de fervor que empujan la pelota cuando ella se duerme, como bien saben los otros once jugadores, que jugar sin hinchada es como bailar sin música.

Cuando el partido concluye, el hincha que no se ha movido de la tribuna, celebra su victoria: "¡que goleada les hicimos!", "¡que paliza les dimos!"; o llora su derrota: "¡otra vez nos estafaron!", "¡juez ladrón!".

Y entonces el hincha se va, el sol se va y el hincha se va. Caen las sombras sobre el estadio que se vacía. En las gradas de cemento arden aquí y allá algunas hogueras de fuego fugaz, mientras se van apagando las luces y las voces.

El estadio se queda solo y también el hincha regresa a su soledad. Yo que ha sido nosotros.

El hincha se aleja, se dispersa, se pierde y el domingo es melancólico como un miércoles de cenizas después de la muerte del carnaval.


Música..

En esta ocasión dejaré una pequeña canción, junto a la letra de la misma, que me parece muy buena y reflexiva...

Ain't no reason, Brett Dennen.



There aint no reason things are this way
Its how they always been and it tends to stay
I can't explain why we live this way, we do it everyday
Preachers on the podeum speaking of saints
Prophets on the sidewalk begging for change
old ladies laughing from the fire escape cursing my name
I got a basket full of lemons and they all taste the same
A window and a pigeon with a broken wing
You can spend you whole life working for something,
Just to have it taken away
People walk aroun pushing back their debts
Wearing pay checks like necklaces and braceltes
Talking bout nothing, not thinking bout' death
Every little hearbeat, every little breath
People walk a tight rope
On a razors edge
Carrying their hurt and hatrid and weapons
It could be a bomb or a bullet or a pen
Or a thought or a word or a sentence

There Ain't no reason
Things are this way
It's how they've always been
and its tends to stay
I dont know why I say
The things that I say
But I say them anyway
But love will come set me free
Love will come set me free, I do believe
Love will come set me free, I know it will
Love will come set my free yes.

Prison walls still standing tall
Some things never change at all
Keep on building prisons, gonna fill them all
Keep building bombs, gonna drop them all
Working young fingers bear to the bone
Breaking your back make you sell your soul
Like a lung its filled with cold, sufficating slow
The wind blows wild and I may move
The politions lie and i am not fooled
you don't need no reason or a three piece suit
To argue the truth
The air on my skin and the world under my toes
Labor is stiched into the fabric of my clothes
Chaos and comotion wherever I go
Love I try to follow

Love will come set me free
Love will come set me free, I do believe
Love will come set me free, I know it will
Love will come set my free yes.

There ain't no reason things are this way
Its how its always been and it tends to stay
I can't explain why we live this way,
We do it everyday.

jueves, 5 de agosto de 2010

¿Quién se ha llevado mi mouse?

Hace un par de días, en una tarde lluviosa de ésas que ya son muy frecuentes y cotidianas aquí en mi ciudad, me encontré de pronto en un espacio de tiempo sin nada que hacer realmente, no deseaba escuchar música, no quería leer alguna de mis múltiples lecturas simultáneas y no tenía a mis sobrinos pequeños cerca, así que las posibilidades de un buen debate sobre filosofía de la vida eran nulas. Luego de un rato de ver la caída de las gotas de lluvia y los hermosos patrones que forman al resbalar sobre mi ventana, preparé un poco de café y me dispuse a disfrutar del "olor a tierra mojada" que tanto me gusta y llenaba el ambiente y que sin proponermelo me lleva a rincones perdidos en mi mente.

Instalado ya en mi balsa mental y disfrutando de las inmensas oleadas de vivencias escondidas y pensamientos a medio digerir que suelen surgir en tales condiciones, comenzaron a llegar a mi cabeza recuerdos de varias personas, algunas de las cuáles son conocidas desde hace tanto tiempo que parece que llevo siglos de conocerlas y que, curiosamente, a algunas de ellas o no las conozco físicamente o solo las he visto una o dos veces. Muchas de éstas personas son verdaderas joyas humanas por su forma y sus maneras de enfrentar la vida que les tocó y sobretodo por lo que he aprendido de ellas al escucharlas y recibir sus consejos.

Así pues, cavilando sobre la buena suerte de haber encontrado gente así, caí en la cuenta de el verdadero autor material de esas amistades a distancia era mi viejo "mouse"; sí, ese viejo cacharro es el único responsable de que yo dejase entrar a cierta gente en mi vida y he de confesar que después de esa tarde lluviosa considero más como una pequeña conciencia con tripas de microcircuitos que un estorbo.

¿Cuántas veces me acompañaste querido ratón, en las tardes y sobretodo en las noches de insomnio autoimpuesto, a sondear las inmensidades de la red cuando ésta no pasaba de ser más que tal vez un simple charco? ¿Cuántas veces fuiste mi Pepe Grillo y me cuidaste de no entrar en sitios inadecuados y peligrosos? Pero sobretodo, ¿cuántas veces me aconsejaste sabiamente y tal vez hasta me animaste a darle un click de aceptación a cierta gente?

La respuesta es simple: Siempre... Y aunque como todas las cosas buenas en esta vida tuviste defectos y te equivocaste al acercarme a ciertas gentes, la gran mayoría de las veces acertaste y con muy buen ojo me regalaste la amistad de otra tanta gente invaluable.

Hoy todo es diferente, el tiempo pasó, la tecnología dió pasos agigantados cada 6 meses, el charco informático donde éramos los Magallanes y los Pinzón de la red hoy día no tiene límites (aunque como bien sospechabas, ya en esos días era probable que no los tuviera), el viejo computador con el que peleabas está retirado y los tuyos son cada día más un especie en extinción.

A ti te perdimos en aquella inundación de hace un tiempo, la misma que me dejó unos días atrapado y aislado del mundo y que por poco se lleva también para siempre al viejo computador. Las aguas destruyeron tus tripas de microcomponentes y no hubo nada más que hacer. Alguien te encontró entre los escombros y las ruinas y sin saber de tu valía simplemente te arrojó en una bolsa junto con el resto de las cosas que lamentablemente se perdieron.

Hoy reconozco que navegar en la red no es lo mismo sin ti. Ojalá hayas tenido la recompensa de un buen infierno como tanto querías al termino de tus días. Yo te recordaré en cada tarde de lluvia y de olor a tierra mojada, cuando me siente a disfrutar mi café y a ver como resbalan las gotas de lluvia en mi ventana mientras espero la marejada de pensamientos de gente que me impulsaste a conocer...





martes, 3 de agosto de 2010

Camino Real de Tierra Adentro, Patrimonio de la Humanidad....


El día de ayer 1 de agosto de 2010, el Comité del Patrimonio Mundial de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró como patrimonio de la Humanidad el recorrido del antigüo Camino Real de Tierra Adentro.

Pero muchos iletrados se preguntarán ¿qué demonios es eso del camino real? Pues bien, la respuesta es muy sencilla: El llamado Camino Real de Tierra Adentro es una vieja ruta de comercio que atraviesa la mayor parte de la República Mexicana. Es muy probablemente la primera de las rutas transculturales y transnacionales que hubo en este continente ya que unía a la Ciudad de México con la ciudad de Santa Fe, Nuevo México en los Estados Unidos entre los años 1598 y 1882. Este viejo camino también se conocía como el Camino de la Plata o el Camino a Santa Fe y tenía una longitud aproximada de 2,560 km. La ruta declarada como Patrimonio de la Humanidad atraviesa las siguientes regiones: DF, Estado de México, Querétaro, Guanajuato, Jalisco, San Luis Potosí, Aguascalientes, Zacatecas, Durango y Chihuahua todos ellos en México y los territorios de Texas y Nuevo México en los Estados Unidos. Además de la ruta principal de este camino existieron otros tres caminos troncales que unían a la Ciudad de México con Acapulco, Veracruz y con la Ciudad de Audiencia en Guatemala.

Ya como último dato solo agregaré algunas de las Ciudades históricas por las cuales pasa la ruta honrada por la UNESCO:

México:
Ciudad de México
Santiago de Querétaro
San Miguel el Grande (San Miguel de Allende)
Guanajuato
Lagos de Moreno
Aguascalientes
San Luís Potosí
Zacatecas
Fresnillo
Durango
Pasaje de Cuencamé
Cinco Señores (Nazas)
Cerro Gordo
Conchos
Parral
Santa Bárbara
Chihuahua
Paso del Norte (Ciudad Juárez)

Estados Unidos:
Las Cruces
Albuquerque
Santa Fe


Pd. Cuánta razón tenías abuelo cuando me contabas sobre el viejo Camino Real....