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miércoles, 31 de marzo de 2010

Miércoles de 2 x 1!

Esto lo hago porqué muchas chicas lo pidieron de la vez anterior, no esperen que sea muy seguido...

Por primera vez en la Taberna, la hermosa, preciosa, bonita, linda y con un toque country muy sexy....

Man I feel like a woman, Shania Twain



Pd: Ahí en el video, detrás de la chica sexy salen unos monitos... espero que sea suficiente para las niñas...

El cuento de la isla desconocida (parte 6)

Dijo el hombre, Dejemos las filosofías para el filósofo del rey, que para eso le pagan, ahora vamos a comer, pero la mujer no estuvo de acuerdo, Primero tienes que ver tu barco, sólo lo conoces por fuera. Qué tal lo encontraste, Hay algunas costuras de las velas que necesitan refuerzo, Bajaste a la bodega, encontraste agua abierta, En el fondo hay alguna, mezclada con el lastre, pero eso me parece que es lo apropiado, le hace bien al barco, Cómo aprendiste esas cosas, Así, Así cómo, Como tú, cuando dijiste al capitán del puerto que aprenderías a navegar en la mar, Todavía no estamos en el mar, Pero ya estamos en el agua, Siempre tuve la idea de que para la navegación sólo hay dos maestros verdaderos, uno es el mar, el otro es el barco, Y el cielo, te olvidas del cielo, Sí, claro, el cielo, Los vientos, Las nubes, El cielo, Sí, el cielo.

En menos de un cuarto de hora habían acabado la vuelta por el barco, una carabela, incluso transformada, no da para grandes paseos. Es bonita, dijo el hombre, pero si no consigo tripulantes suficientes para la maniobra, tendré que ir a decirle al rey que ya no la quiero, Te desanimas a la primera contrariedad, La primera contrariedad fue esperar al rey tres días, y no desistí, Si no encuentras marineros que quieran venir, ya nos las arreglaremos los dos, Estás loca, dos personas solas no serían capaces de gobernar un barco de éstos, yo tendría que estar siempre al timón, y tú, ni vale la pena explicarlo, es una locura, Después veremos, ahora vamos a cenar. Subieron al castillo de popa, el hombre todavía protestando contra lo que llamara locura, allí la mujer de la limpieza abrió el fardel que él había traído, un pan, queso curado, de cabra, aceitunas, una botella de vino. La luna ya estaba a medio palmo sobre el mar, las sombras de la verga y del mástil grande vinieron a tumbarse a sus pies. Es realmente bonita nuestra carabela, dijo la mujer, y enmendó enseguida, La tuya, tu carabela, Supongo que no será mía por mucho tiempo, Navegues o no navegues con ella, la carabela es tuya, te la dio el rey, Se la pedí para buscar una isla desconocida, Pero estas cosas no se hacen de un momento para otro, necesitan su tiempo, ya mi abuelo decía que quien va al mar se avía en tierra, y eso que él no era marinero, Sin marineros no podremos navegar, Eso ya lo has dicho, Y hay que abastecer el barco de las mil cosas necesarias para un viaje como éste, que no se sabe adónde nos llevará, Evidentemente, y después tendremos que esperar a que sea la estación apropiada, y salir con marea buena, y que venga gente al puerto a desearnos buen viaje, Te estás riendo de mí, Nunca me reiría de quien me hizo salir por la puerta de las decisiones, Discúlpame, Y no volveré a pasar por ella, suceda lo que suceda. La luz de la luna iluminaba la cara de la mujer de la limpieza, Es bonita, realmente es bonita, pensó el hombre, y esta vez no se refería a la carabela. La mujer, ésa, no pensó nada, lo habría pensado todo durante aquellos tres días, cuando entreabría de vez en cuando la puerta para ver si aquél aún continuaba fuera, a la espera. No sobró ni una miga de pan o de queso, ni una gota de vino, los huesos de las aceitunas fueron a parar al agua, el suelo está tan limpio como quedó cuando la mujer de la limpieza le pasó el último paño. La sirena de un paquebote que se hacía a la mar soltó un ronquido potente, como debieron de ser los del leviatán, y la mujer dijo, Cuando sea nuestra vez, haremos menos ruido. A pesar de que estaban en el interior del muelle, el agua se onduló un poco al paso del paquebote, y el hombre dijo, Pero nos balancearemos mucho más. Se rieron los dos, después se callaron, pasado un rato uno de ellos opinó que lo mejor sería irse a dormir. No es que yo tenga mucho sueño, y el otro concordó, Ni yo, después se callaron otra vez, la luna subió y continuó subiendo, a cierta altura la mujer dijo, Hay literas abajo, y el hombre dijo, Sí, y entonces fue cuando se levantaron y descendieron a la cubierta, ahí la mujer dijo, Hasta mañana, yo voy para este lado, y el hombre respondió, Y yo para éste, hasta mañana, no dijeron babor o estribor, probablemente porque todavía están practicando en las artes. La mujer volvió atrás, Me había olvidado, se sacó del bolsillo dos cabos de velas, Los encontré cuando limpiaba, pero no tengo cerillas, Yo tengo, dijo el hombre. Ella mantuvo las velas, una en cada mano, él encendió un fósforo, después, abrigando la llama bajo la cúpula de los dedos curvados la llevó con todo el cuidado a los viejos pabilos, la luz prendió, creció lentamente como la de la luna, bañó la cara de la mujer de la limpieza, no sería necesario decir que él pensó, Es bonita, pero lo que ella pensó, sí, Se ve que sólo tiene ojos para la isla desconocida, he aquí cómo se equivocan las personas interpretando miradas, sobre todo al principio. Ella le entregó una vela, dijo, Hasta mañana, duerme bien, él quiso decir lo mismo, de otra manera, Que tengas sueños felices, fue la frase que le salió, dentro de nada, cuando esté abajo, acostado en su litera, se le ocurrirán otras frases, más espiritosas, sobre todo más insinuantes, como se espera que sean las de un hombre cuando está a solas con una mujer. Se preguntaba si ella dormiría, si habría tardado en entrar en el sueño, después imaginó que andaba buscándola y no la encontraba en ningún sitio, que estaban perdidos los dos en un barco enorme, el sueño es un prestidigitador hábil, muda las proporciones de las cosas y sus distancias, separa a las personas y ellas están juntas, las reúne, y casi no se ven una a otra, la mujer duerme a pocos metros y él no sabe cómo alcanzarla, con lo fácil que es ir de babor a estribor.

Pd... ya casi casi!!!

Happy hour!!!

Empezando rico el día con esta canción... Una linda mujer...

Sugerencia del cantinero: Suban el volumen, cierren los ojos e imagínense en un lindo lugar, un table dance por ejemplo... Disfruten....

Black velvet, Alannah Myles


Nos vemos al rato....

martes, 30 de marzo de 2010

Pasión

Hablar de una pasión es hablar de aquello que te hace vibrar y estremecer hasta las fibras mas profundas de tu ser. Es ese amor incondicional, irracional e irrefrenable al hacer algo que se disfruta hasta el alma.

Para mi, una de mis pasiones es el llamado "deporte más hermoso del mundo", el fútbol. Y la emoción que genera en mí el ver jugar a mi equipo, el Necaxa, es indescriptible.

Es por eso que la siguiente fotografía será un gran recuerdo que contar a mis nietos del momento en que tuve en mis manos una camiseta de juego original del Necaxa de principios de los años 70's.

Disfrutenla....



La Bohemia... (4)

Parte IV

Adiós!

Te he traído de vuelta a tu habitación porque ha llegado el momento de decirte… adiós!

Muchas noches gritarás para tus adentros, preguntando por qué me he ido... por qué te he dejado aquí, queriendo sólo… pero pronto con alguien estarás y yo a lo lejos te veré y sufriré mucho… quisiera creer que junto a ti estaré otra vez, pero nuestro amor no volverá a repetirse nunca, ni siquiera cómo átomos de luz… porque cuando en el Seol me encuentre, el sueño de la muerte me cubrirá y todo será oscuridad y olvido… y largo tiempo esperaré ahí para finalmente resucitar y ser juzgada.

Sólo briznas de amor en el aire quedarán… pero me conformo con que me recuerdes alguna vez, y mirando a la luna bosquejes mi silueta. Acaricié su frente… y le di un último beso apenas rozando sus labios…

Y con tristeza emprendí el camino… a veces cansada de caminar me detenía a descansar e imploraba por verle… la primera vez le vi tratando de recordarme y sufriendo por la soledad… una lágrima rodó por mi mejilla pero nada podía hacer esta vez, solo sentirme culpable de su sufrimiento…

No sé cuántos mundos atravesé… algunos áridos y otros tan hermosos que me evocaban el mundo en el que por siempre viví y el hombre que tanto amé.

La última vez que pedí verle, él estaba ahí amando nuevamente, sentí que mi ser ardía y deseaba que su corazón y su mirada fuesen solamente míos… pero yo estaba tan lejos… y no podía mirar atrás, así que continué siempre mirando hacia el norte y llegué a un lugar mudo, de cielo siempre rosado, experimente una paz total y comprendí que al fin había llegado…

Y tuve tiempo para reconstruirte en mi memoria, para recorrer el mapa que dejaste de ti en mi piel… para imaginar una vida contigo, y te sufrí con pasión, con alegría, con odio, dulzura y con dolor hasta la agonía.

Me hundí por laberintos hasta la oscuridad total… y en un largo y profundo sueño me dormí.

Y te olvidé hasta hoy… porque estoy segura de que “ella” tu ángel era yo, en otro cuerpo, en otro momento… y he soñado todo esto tan vivamente que ahora me doy cuenta que es un recuerdo de otra vida… ignoro lo que me ha hecho recordarlo todo… quizá la mirada profunda del chico aquel que tanto llama mi atención… quizá fue su mirada la que me recordó al hombre por el que me hice mujer.

La Bohemia...(3)

Parte III

Gracias!

Deseaba tanto estar aquí!, dejar de ser un sueño tuyo para estar a tu lado y por la mañana despertar entre tus brazos, sentir en tus caricias que habías olvidado tus penas, mientras tú mirarías en mis ojos amor… sólo amor y no comodidad…

Sé bien que no necesitaba ser carne… para ser tuya, pues todos somos algo más que sólo carne y huesos… y yo soy tuya desde antes de que me conocieras, pero jamás hubiese vivido este instante tan anhelado y que tantas veces imaginé, poder ser tu piel y tu pensamiento de principio a fin por al menos un instante y si pudiese elegir una vez más mi destino… lo doy todo por ser tu mujer aunque sólo sea por un breve instante.

Gracias a ti, hoy sé lo que es amar y ser amada, sé lo que es ser mujer, lo que es llorar de tristeza y de felicidad… pude escoger una eternidad amando de una sola manera, sin experimentar nunca el amor humano, pero bien ha valido la pena si he podido al menos ofrecerte unos momentos de compañía y de dicha.

Ciñéndola fuertemente y entregándole sus más tiernas miradas y caricias, agradeció su sacrificio y le pidió que se quedara con él hasta el momento en que tuviese que partir indefinidamente. Ella ocultando su faz lúgubre, permaneció callada, sólo el rumor del río turbaba el silencio nocturno.

El cielo estaba completamente despejado… salpicado por unas cuantas estrellas, la luna llena se percibía prodigiosamente cerca, el ambiente se había tornado más fresco y el viento mecía los árboles en un vaivén de delicadeza exquisita; en medio de una vegetación exuberante dos siluetas desnudas respiraban al unísono, procurándose las más dulces sensaciones.

El entorno se transformaba… flores marchitas cobraban vida y el sonido de corrientes impetuosas del río seguía en aumento.

Tres pequeñas luces sobrevolaban al otro lado del río, y más tarde desaparecieron elevándose en línea recta hacia el cielo.

Cierra los ojos!, dame tus manos!… te llevaré a conocer el lugar de donde vengo…

En una fracción de segundo se encontraban a la orilla de un sereno mar color lila y un atardecer multicolor en ausencia de nubes y viento, sentados en la arena tibia, miradas cálidas y caricias delicadas decían todas aquellas cosas que el corazón siente y que las palabras ambicionan expresar.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Happy hour!!!

Bueno, sin más... les presento en su show-time a las nuevas meseras de La Taberna del Monstruo!

Sugerencia del cantinero: Ponganlo a pantalla completa.....(Hey, ¿¡¿¡Quién diablos le presto las llaves de mi auto?!?!)

These boots are made for walking, Jessica Simpson


Pd. Prometo que habrá más chicas proximamente!

Corte Musical!

Este es un video más de estos animachuchos que tanto me simpatizan, este va dedicado a mis amigos y primos de Guadalajara, Jalisco.

Harry Belafonte vs The Animal


Pd: hahahahaha!

La Bohemia... (2)

Parte II

Por un momento más de tus manos

Era otro día, él despertaba de un sueño profundo, hacía esfuerzos por recordar pero todo parecía nebuloso… acercándose a la ventana, miró al cielo y su desasosiego se transformo en un suspiro.

Cerró los ojos y escucho un susurro…diciendo-¡sigo aquí!, negó con la cabeza, pero su piel se erizó, y el recuerdo sobrevino, sonrió y dijo:-“¡Estrella diáfana!, ¿Quién sois?, ¿Cómo conoces mis más profundos pensamientos?, ¡Quiero sentir vuestro calor nuevamente junto a mí!”, en medio de un silencio absoluto, retrocedió algunos pasos y abstraído musitó… “Seré paciente y te aguardaré… porque tu piel es suave como ninguna y tu voz es canto dulce que gira en torno a mi corazón y lo vuelve apacible”.

Tiempo después… en una noche calurosa él se encontraba afuera sentado sobre una roca a la orilla del río, mirando la luna, sintió un aire frío y una aparición como la de un ángel se materializaba ante sus ojos desorbitados… en instantes vio una mujer de hermosura extraordinaria y de inmediato le reconoció… ella se dirigió hacia él con los brazos extendidos, sonriente le dijo: “al fin estoy aquí”.

Él buscó su mirada que era lustrosa y le besó los labios respondió: “Temía no volver a verte, cada noche te busqué en mis sueños para aminorar esta profunda tristeza que a mi alma dejaste”.

Ella dijo: -“Mi estancia aquí es temporal, nadie puede esconderse de Dios y mi destino inevitable es el Seol, pues he cambiado el paraíso por un momento más de tus manos en mi pálida tez… y encontrarme en tu mirada después de derretirme en tu piel… Mi destino acepto con valor pues he actuado por amor a ti, no por una simple pasión he sido impulsada, pues antes de encarnarme he sido cautivada por la nobleza de tu corazón, que inútilmente tratas de ocultar con arrogancia y por el tono varonil pero suave de tu voz, embelesada por tu expresiva mirada, por tu forma tierna de sonreír y porque no he podido permanecer indiferente a tu soledad y a tus peticiones dirigidas al cielo clamando por un amor diferente…

Hoy tengo claro que pronto seré una página más en este libro de tu vida, pero además un mensaje he venido a traerte… el amor que esperas llegará!…”

El cuento de la isla desconocida (parte 5)

La mujer de la limpieza fue a la oficina del capitán para recoger las llaves, después entró en el barco, dos cosas le valieron, la escoba del palacio y el aviso contra las gaviotas, todavía no había acabado de atravesar la pasarela que unía la amurada al atracadero y ya las malvadas se precipitaban sobre ella gritando, furiosas, con las fauces abiertas, como si la fueran a devorar allí mismo. No sabían con quién se enfrentaban. La mujer de la limpieza posó el cubo, se guardó las llaves en el seno, plantó bien los pies en la pasarela y, remolineando la escoba como si fuese un espadón de los buenos tiempos, consiguió poner en desbandada a la cuadrilla asesina. Sólo cuando entró en el barco comprendió la ira de las gaviotas, había nidos por todas partes, muchos de ellos abandonados, otros todavía con huevos, y unos pocos con gaviotillas de pico abierto, a la espera de comida, Pues sí, pero será mejor que se muden de aquí, un barco que va en busca de la isla desconocida no puede tener este aspecto, como si fuera un gallinero, dijo. Tiró al agua los nidos vacíos, los otros los dejó, luego veremos. Después se remangó las mangas y se puso a lavar la cubierta. Cuando acabó la dura tarea, abrió el pañol de las velas y procedió a un examen minucioso del estado de las costuras, tanto tiempo sin ir al mar y sin haber soportado los estirones saludables del viento. Las velas son los músculos del barco, basta ver cómo se hinchan cuando se esfuerzan, pero, y eso mismo les sucede a los músculos, si no se les da uso regularmente, se aflojan, se ablandan, pierden nervio. Y las costuras son los nervios de las velas, pensó la mujer de la limpieza, contenta por aprender tan de prisa el arte de la marinería. Encontró deshilachadas algunas bastillas, pero se conformó con señalarlas, dado que para este trabajo no le servían la aguja y el hilo con que zurcía las medias de los pajes antiguamente, o sea, ayer. En cuanto a los otros pañoles, enseguida vio que estaban vacíos. Que el de la pólvora estuviese desabastecido, salvo un polvillo negro en el fondo, que al principio le parecieron cagaditas de ratón, no le importó nada, de hecho no está escrito en ninguna ley, por lo menos hasta donde la sabiduría de una mujer de la limpieza es capaz de alcanzar, que ir por una isla desconocida tenga que ser forzosamente una empresa de guerra. Ya le enfadó, y mucho, la falta absoluta de municiones de boca en el pañol respectivo, no por ella, que estaba de sobra acostumbrada al mal rancho del palacio, sino por el hombre al que dieron este barco, no tarda que el sol se ponga, y él aparecerá por ahí clamando que tiene hambre, que es el dicho de todos los hombres apenas entran en casa, como si sólo ellos tuviesen estómago y sufriesen de la necesidad de llenarlo, Y si trae marineros para la tripulación, que son unos ogros comiendo, entonces no sé cómo nos vamos a gobernar, dijo la mujer de la limpieza.

No merecía la pena preocuparse tanto. El sol acababa de sumirse en el océano cuando el hombre que tenía un barco surgió en el extremo del muelle. Traía un bulto en la mano, pero venía solo y cabizbajo. La mujer de la limpieza fue a esperarlo a la pasarela, antes de que abriera la boca para enterarse de cómo había transcurrido el resto del día, él dijo, Estate tranquila, traigo comida para los dos, Y los marineros, preguntó ella, Como puedes ver, no vino ninguno, Pero los dejaste apalabrados, al menos, volvió a preguntar ella, Me dijeron que ya no hay islas desconocidas, y que, incluso habiéndolas, no iban a dejar el sosiego de sus lares y la buena vida de los barcos de línea para meterse en aventuras oceánicas, a la búsqueda de un imposible, como si todavía estuviéramos en el tiempo del mar tenebroso, Y tú qué les respondiste, Que el mar es siempre tenebroso, Y no les hablaste de la isla desconocida, Cómo podría hablarles de una isla desconocida, si no la conozco, Pero tienes la certeza de que existe, Tanta como de que el mar es tenebroso, En este momento, visto desde aquí, con las aguas color de jade y el cielo como un incendio, de tenebroso no le encuentro nada, Es una ilusión tuya, también las islas a veces parece que fluctúan sobre las aguas y no es verdad, Qué piensas hacer, si te falta una tripulación, Todavía no lo sé, Podríamos quedarnos a vivir aquí, yo me ofrecería para lavar los barcos que vienen al muelle, y tú, Y yo, Tendrás un oficio, una profesión, como ahora se dice, Tengo, tuve, tendré si fuera preciso, pero quiero encontrar la isla desconocida, quiero saber quién soy yo cuando esté en ella, No lo sabes, Si no sales de ti, no llegas a saber quién eres, El filósofo del rey, cuando no tenía nada que hacer, se sentaba junto a mí, para verme zurcir las medias de los pajes, y a veces le daba por filosofar, decía que todo hombre es una isla, yo, como aquello no iba conmigo, visto que soy mujer, no le daba importancia, tú qué crees, Que es necesario salir de la isla para ver la isla, que no nos vemos si no nos salimos de nosotros, Si no salimos de nosotros mismos, quieres decir, No es igual. El incendio del cielo iba languideciendo, el agua de repente adquirió un color morado, ahora ni la mujer de la limpieza dudaría que el mar es de verdad tenebroso, por lo menos a ciertas horas.

Pd: ahí la llevamos!

Ya ando por acá.....

Bueno, una disculpa por andar perdido tanto tiempo, ya estamos por acá y eso es lo importante.

Volviendo a la realidad de este planeta, seguiremos mostrando la linea que llevaremos con cosas raras y otras no tanto, como sea haremos lo posible por que se pasen un buen rato aquí y tal vez aprendan algo e incluso, porqué no, en el mejor de los casos, que olviden todo lo que han aprendido.

Buena suerte en esta nueva visita!

miércoles, 10 de marzo de 2010

La Bohemia...

Es hora de presentar en La Taberna a una amiga muy talentosa. Aquí publicaremos manuscritos de ella de forma semanal. Así pues, dejamos aquí constancia de su paso y su trabajo. Que lo disfruten!

Bajo el dedo de Dios

Parte I

Mujer para ti

¡Miradme!… Deidad hecha carne para saciar tu voracidad, pues muchas noches tus sueños he penetrado y por ello hoy te he traído hasta aquí… a mi vergel, para amarnos como en tu sueño, sin siquiera la luna como testigo…

Más tarde satisfecho hacia tu castillo partirás y yo bajo el dedo de Dios estaré, pero ahora respiremos el deseo que aquí flotando glorioso entre ambos está.

En medio de ésta noche monocrómica tómame por la cintura y con intemperancia acaricia mi cabello, siente mis manos, besa mis labios… y descubre sabores dulces nunca antes experimentados.

¡Ayúdame a sentirme mujer!…Que mi corazón palpite tan fuerte que las estrellas sean despertadas y se unan a esta fiesta de fogosidad… haz a mi cuerpo derramar gotas de sensualidad… y a mis manos deciros esas cosas que sólo ellas pueden expresar. Finalmente con caricias sutiles llévame a perder el juicio… a amarte por instinto, sin más ley que el placer mutuo.

A cambio sólo una cosa te pediré, sé que fácil no será, pero de ello depende algún día volvernos a ver…

Al rayo diurno, ¡abandóname!, llorar por tu olvido me hará sentir frágil… más humana… y quizá un día ya no tendré que irme… una mortal, mujer para ti… seré.

Ángel Corazón de Oro

El cuento de la isla desconocida (parte 4)

Hey, aquí siguen!... Muy bien, pues aquí va la 4ta parte de esto...

Andando, andando, el hombre llegó al puerto, fue al muelle, preguntó por el capitán, y mientras venía, se puso a adivinar cuál sería, de entre los barcos que allí estaban, el que iría a ser suyo, grande ya sabía que no, la tarjeta de visita del rey era muy clara en este punto, por consiguiente quedaban descartados los paquebotes, los cargueros y los navíos de guerra, tampoco podría ser tan pequeño que aguantase mal las fuerzas del viento y los rigores del mar, en este punto también había sido categórico el rey, que navegue bien y sea seguro, fueron éstas sus formales palabras, excluyendo así explícitamente los botes, las falúas y las chalupas, que siendo buenos navegantes, y seguros, cada uno conforme a su condición, no nacieron para surcar los océanos, que es donde se encuentran las islas desconocidas. Un poco apartada de allí, escondida detrás de unos bidones, la mujer de la limpieza pasó los ojos por los barcos atracados, Para mi gusto, aquél, pensó, aunque su opinión no contaba, ni siquiera había sido contratada, vamos a oír antes lo que dirá el capitán del puerto. El capitán vino, leyó la tarjeta, miró al hombre de arriba abajo y le hizo la pregunta que al rey no se le había ocurrido, Sabes navegar, tienes carnet de navegación, a lo que el hombre respondió, Aprenderé en el mar. El capitán dijo, No te lo aconsejaría, capitán soy yo, y no me atrevo con cualquier barco, Dame entonces uno con el que pueda atreverme, no, uno de ésos no, dame un barco que yo respete y que pueda respetarme a mí, Ese lenguaje es de marinero, pero tú no eres marinero, Si tengo el lenguaje, es como si lo fuese. El capitán volvió a leer la tarjeta del rey, después preguntó, Puedes decirme para qué quieres el barco, Para ir en busca de la isla desconocida, Ya no hay islas desconocidas, Lo mismo me dijo el rey, Lo que él sabe de islas lo aprendió conmigo, Es extraño que tú, siendo hombre de mar, me digas eso, que ya no hay islas desconocidas, hombre de tierra soy yo, y no ignoro que todas las islas, incluso las conocidas, son desconocidas mientras no desembarcamos en ellas, Pero tú, si bien entiendo, vas a la búsqueda de una donde nadie haya desembarcado nunca, Lo sabré cuando llegue, Si llegas, Sí, a veces se naufraga en el camino, pero si tal me ocurre, deberás escribir en los anales del puerto que el punto adonde llegué fue ése, Quieres decir que llegar, se llega siempre, No serías quien eres si no lo supieses ya. El capitán del puerto dijo, Voy a darte la embarcación que te conviene. Cuál, Es un barco con mucha experiencia, todavía del tiempo en que toda la gente andaba buscando islas desconocidas, Cuál, Creo que incluso encontró algunas, Cuál, Aquél. Así que la mujer de la limpieza percibió para dónde apuntaba el capitán, salió corriendo de detrás de los bidones y gritó, Es mi barco, es mi barco, hay que perdonarle la insólita reivindicación de propiedad, a todo título abusiva, el barco era aquel que le había gustado, simplemente. Parece una carabela, dijo el hombre, Más o menos, concordó el capitán, en su origen era una carabela, después pasó por arreglos y adaptaciones que la modificaron un poco, Pero continúa siendo una carabela, Sí, en el conjunto conserva el antiguo aire, Y tiene mástiles y velas, Cuando se va en busca de islas desconocidas, es lo más recomendable. La mujer de la limpieza no se contuvo, Para mí no quiero otro, Quién eres tú, preguntó el hombre, No te acuerdas de mí, No tengo idea, Soy la mujer de la limpieza, Qué limpieza, La del palacio del rey, La que abría la puerta de las peticiones, No había otra, Y por qué no estás en el palacio del rey, limpiando y abriendo puertas, Porque las puertas que yo quería ya fueron abiertas y porque de hoy en adelante sólo limpiaré barcos, Entonces estás decidida a ir conmigo en busca de la isla desconocida, Salí del palacio por la puerta de las decisiones, Siendo así, ve para la carabela, mira cómo está aquello, después del tiempo pasado debe precisar de un buen lavado, y ten cuidado con las gaviotas, que no son de fiar, No quieres venir conmigo a conocer tu barco por dentro, Dijiste que era tuyo, Disculpa, fue sólo porque me gustó, Gustar es probablemente la mejor manera de tener, tener debe de ser la peor manera de gustar. El capitán del puerto interrumpió la conversación, Tengo que entregar las llaves al dueño del barco, a uno o a otro, resuélvanlo, a mí tanto me da, Los barcos tienen llave, preguntó el hombre, Para entrar, no, pero allí están las bodegas y los pañoles, y el camarote del comandante con el diario de a bordo, Ella que se encargue de todo, yo voy a reclutar la tripulación, dijo el hombre, y se apartó.

Pd. Creo que si les ha gustado, consideraré terminarlo...

Miércoles de 2 x 1!

Y para los que aún no crean que son geniales...

Witch Doctor, Marvin Suggs y su Muppaphone




El Tablón de los Muppets

A los que no me conocen, es justo que se vayan enterando que me gustan mucho estos simpáticos muñecos ya que me parecen un vehículo perfecto para el desarrollo de la imaginación. Así pues de ahora en adelante habrá varias cosas sobre estos amiguitos.

Y en una presentación especial para La Taberna, The Muppets!!!

I want a Monster to be my friend


Pd. Espero que les traiga recuerdos a todos, y a los que no vivieron esa época, la neta que feo es ser ustedes....

Insignias

lunes, 8 de marzo de 2010

El cuento de la isla desconocida (parte 3)

El rey dudó durante un instante, verdaderamente no le gustaba mucho exponerse a los aires de la calle, pero después reflexionó que parecería mal, aparte de ser indigno de su majestad, hablar con un súbdito a través de una rendija, como si le tuviese miedo, sobre todo asistiendo al coloquio la mujer de la limpieza, que luego iría por ahí diciendo Dios sabe qué, De par en par, ordenó. El hombre que quería un barco se levantó del suelo cuando comenzó a oír los ruidos de los cerrojos, enrolló la manta y se puso a esperar. Estas señales de que finalmente alguien atendería y que por tanto el lugar pronto quedaría desocupado, hicieron aproximarse a la puerta a unos cuantos aspirantes a la liberalidad del trono que andaban por allí, prontos para asaltar el puesto apenas quedase vacío. La inopinada aparición del rey (nunca una tal cosa había sucedido desde que usaba corona en la cabeza) causó una sorpresa desmedida, no sólo a los dichos candidatos, sino también entre la vecindad que, atraída por el alborozo repentino, se asomó a las ventanas de las casas, en el otro lado de la calle. La única persona que no se sorprendió fue el hombre que vino a pedir un barco. Calculaba él, y acertó en la previsión, que el rey, aunque tardase tres días, acabaría sintiendo la curiosidad de ver la cara de quien, nada más y nada menos, con notable atrevimiento, lo había mandado llamar. Dividido entre la curiosidad irreprimible y el desagrado de ver tantas personas juntas, el rey, con el peor de los modos, preguntó tres preguntas seguidas, Tú qué quieres, Por qué no dijiste lo que querías, Te crees que no tengo nada más que hacer, pero el hombre sólo respondió a la primera pregunta, Dame un barco, dijo. El asombro dejó al rey hasta tal punto desconcertado que la mujer de la limpieza se vio obligada a acercarle una silla de enea, la misma en que ella se sentaba cuando necesitaba trabajar con el hilo y la aguja, pues, además de la limpieza, tenía también la responsabilidad de algunas tareas menores de costura en el palacio, como zurcir las medias de los pajes. Mal sentado, porque la silla de enea era mucho más baja que el trono, el rey buscaba la mejor manera de acomodar las piernas, ora encogiéndolas, ora extendiéndolas para los lados, mientras el hombre que quería un barco esperaba con paciencia la pregunta que seguiría, Y tú para qué quieres un barco, si puede saberse, fue lo que el rey preguntó cuando finalmente se dio por instalado con sufrible comodidad en la silla de la mujer de la limpieza, Para buscar la isla desconocida, respondió el hombre. Qué isla desconocida, preguntó el rey, disimulando la risa, como si tuviese enfrente a un loco de atar, de los que tienen manías de navegaciones, a quien no sería bueno contrariar así de entrada, La isla desconocida, repitió el hombre, Hombre, ya no hay islas desconocidas, Quién te ha dicho, rey, que ya no hay islas desconocidas, Están todas en los mapas, En los mapas están sólo las islas conocidas, Y qué isla desconocida es esa que tú buscas, Si te lo pudiese decir, entonces no sería desconocida, A quién has oído hablar de ella, preguntó el rey, ahora más serio, A nadie, En ese caso, por qué te empeñas en decir que ella existe, Simplemente porque es imposible que no exista una isla desconocida, Y has venido aquí para pedirme un barco, Sí, vine aquí para pedirte un barco, Y tú quién eres para que yo te lo dé, Y tú quién eres para no dármelo, Soy el rey de este reino y los barcos del reino me pertenecen todos, Más les pertenecerás tú a ellos que ellos a ti, Qué quieres decir, preguntó el rey inquieto, Que tú sin ellos nada eres, y que ellos, sin ti, pueden navegar siempre, Bajo mis órdenes, con mis pilotos y mis marineros, No te pido marineros ni piloto, sólo te pido un barco, Y esa isla desconocida, si la encuentras, será para mí, A ti, rey, sólo te interesan las islas conocidas,

También me interesan las desconocidas, cuando dejan de serlo, Tal vez ésta no se deje conocer, Entonces no te doy el barco, Darás. Al oír esta palabra, pronunciada con tranquila firmeza, los aspirantes a la puerta de las peticiones, en quienes, minuto tras minuto, desde el principio de la conversación iba creciendo la impaciencia, más por librarse de él que por simpatía solidaria, resolvieron intervenir en favor del hombre que quería el barco, comenzando a gritar. Dale el barco, dale el barco. El rey abrió la boca para decirle a la mujer de la limpieza que llamara a la guardia del palacio para que estableciera inmediatamente el orden público e impusiera disciplina, pero, en ese momento, las vecinas que asistían a la escena desde las ventanas se unieron al coro con entusiasmo, gritando como los otros, Dale el barco, dale el barco. Ante tan ineludible manifestación de voluntad popular y preocupado con lo que, mientras tanto, habría perdido en la puerta de los obsequios, el rey levantó la mano derecha imponiendo silencio y dijo, Voy a darte un barco, pero la tripulación tendrás que conseguirla tú, mis marineros me son precisos para las islas conocidas. Los gritos de aplauso del público no dejaron que se percibiese el agradecimiento del hombre que vino a pedir un barco, por el movimiento de los labios tanto podría haber dicho Gracias, mi señor, como Ya me las arreglaré, pero lo que nítidamente se oyó fue lo que a continuación dijo el rey, Vas al muelle, preguntas por el capitán del puerto, le dices que te mando yo, y él que te dé el barco, llevas mi tarjeta. El hombre que iba a recibir un barco leyó la tarjeta de visita, donde decía Rey debajo del nombre del rey, y eran éstas las palabras que él había escrito sobre el hombro de la mujer de la limpieza, Entrega al portador un barco, no es necesario que sea grande, pero que navegue bien y sea seguro, no quiero tener remordimientos en la conciencia si las cosas ocurren mal. Cuando el hombre levantó la cabeza, se supone que esta vez iría a agradecer la dádiva, el rey ya se había retirado, sólo estaba la mujer de la limpieza mirándolo con cara de circunstancias. El hombre bajó del peldaño de la puerta, señal de que los otros candidatos podían avanzar por fin, superfluo será explicar que la confusión fue indescriptible, todos queriendo llegar al sitio en primer lugar, pero con tan mala suerte que la puerta ya estaba cerrada otra vez. La aldaba de bronce volvió a llamar a la mujer de la limpieza, pero la mujer de la limpieza no está, dio la vuelta y salió con el cubo y la escoba por otra puerta, la de las decisiones, que apenas es usada, pero cuando lo es, lo es. Ahora sí, ahora se comprende el porqué de la cara de circunstancias con que la mujer de la limpieza estuvo mirando, ya que, en ese preciso momento, había tomado la decisión de seguir al hombre así que él se dirigiera al puerto para hacerse cargo del barco. Pensó que ya bastaba de una vida de limpiar y lavar palacios, que había llegado la hora de mudar de oficio, que lavar y limpiar barcos era su vocación verdadera, al menos en el mar el agua no le faltaría. No imagina el hombre que, sin haber comenzado a reclutar la tripulación, ya lleva detrás a la futura responsable de los baldeos y otras limpiezas, también es de este modo como el destino acostumbra a comportarse con nosotros, ya está pisándonos los talones, ya extendió la mano para tocarnos en el hombro, y nosotros todavía vamos murmurando, Se acabó, no hay nada más que ver, todo es igual.

Continuará (eso espero...)

Gracias al Cromosoma X, Feliz día de la mujer!!!

Y porqué siempre estaremos en deuda con ustedes...

Woman, John Lennon



Pd. Con todo mi amor y admiración para mi Princesita.... 521...

A todas las niñas...


Mujer:

Siempre ten presente que la piel se arruga,

Que el pelo se vuelve blanco,

Que los días se convierten en años…

Pero lo importante no cambia;

Tu fuerza y tu convicción no tienen edad.

Tu espíritu es la fortaleza que alimenta a la sociedad.

Que detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.

Que detrás de cada logro, hay otro desafío.

Mientras estés viva, siéntete viva!

Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo!

Sigue adelante aunque todos esperen que abandones.

Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.

Y, cuando por los años no puedas correr, trota.

Cuando no puedas trotar, camina.

Cuando no puedas caminar, usa el bastón.

Pero nunca te detengas!!!



Con admiración y orgullo de parte de La Taberna del Monstruo para las niñas que visitan el blog.


Ustedes son nuestra Pasión.

The Monster

Pd. Con mucho cariño para las niñas que he conocido a través de los años y me han brindado su amistad, sigan así de bellas y excepcionales como hasta ahora.


jueves, 4 de marzo de 2010

El Profe "Manotas"


The Blue Demon.

Para muchos que me conocen no es de extrañar que suba un post sobre este tema en particular, pero también hay mucha gente que desconoce mi gusto por la lucha libre. En este sentido, quiero hacer un pequeño homenaje a una figura que hacia volar mi imaginación cuando yo apenas era un monstruito. He aquí una brevísima biografía de el Blue Demon.

Blue Demon es el nombre de guerra de quién en vida se llamaba Alejandro Muñoz. Alejandro dejó la escuela de niño y se mudó a Monterrey a trabajar en los ferrocarriles. Se le presentó la oportunidad de conocer al luchador Rolando Vera a quien pidió le enseñara los secretos del pancracio. Rolando Vera adentró a Blue Demon en el mundo de la lucha libre y a decir del propio Demon fue también Rolando Vera quien le sugirió que portara una máscara de piel en color azul sin diseño alguno yque adoptara el nombre que a la postre lo volvería legendario.

Empezó su carrera dentro de la lucha libre en Laredo, Texas, con los sobrenombres de El Tosco y El Manotas, su primer pelea fue sin el uso de una máscara junto a Chema López el 12 de marzo de 1948. Posteriormente modificó el diseño de su máscara original conservando el color azul pero agregando un antifaz plateado tomando como base el diseño de la máscara del luchador El Médico Asesino. En septiembre de 1948 debutó en la Ciudad de México enfrentándose a Benny Arcilla.

Comenzó su carrera como luchador de estilo rudo y se consolidó haciendo pareja con Black Shadow. En 1952 El Santo derrotó a Black Shadow en una lucha de apuesta máscara contra máscara ante un lleno extraordinario en la mítica Arena México, hecho que provocó la clásica rivalidad entre El Demonio Azul y El Enmascarado de Plata.


Blue Demon vengó a Black Shadow venciendo a El Santo en una serie de encuentros entre 1952 y 1953. En el primero de esos enfrentamientos mano a mano Blue Demon derrotó a El Santo en dos caídas al hilo, pelea que a demás de lastimar el orgullo del plateado, lo obligó a otorgar al Demonio Azul una oportunidad por el campeonato mundial welter versión NWA. la misma arena que viera como Black Shadow dejaba su incógnita en manos de El Santo, atestiguaría como Blue Demon consumaba su venganza al destronar al plateado del título de los welters en agosto de 1953.

Blue Demon prolongo su carrera por más de 40 años de forma exitosa, acrecentando con ello su legado y su leyenda. Ya retirado de los cuadriláteros, Blue Demon falleció a consecuencia de un infarto al corazón en diciembre del año 2000 en la Ciudad de México a la edad de 78 años. Su hijo, Blue Demon Jr continúa con el legado...

El cuento de la isla desconocida (parte 2)

Continuamos con este cuento...

Sin embargo, en el caso del hombre que quería un barco, las cosas no ocurrieron así. Cuando la mujer de la limpieza le preguntó por el resquicio de la puerta, Y tú qué quieres, el hombre, en vez de pedir, como era la costumbre de todos, un título, una condecoración, o simplemente dinero, respondió. Quiero hablar con el rey, Ya sabes que el rey no puede venir, está en la puerta de los obsequios, respondió la mujer, Pues entonces ve y dile que no me iré de aquí hasta que él venga personalmente para saber lo que quiero, remató el hombre, y se tumbó todo lo largo que era en el rellano, tapándose con una manta porque hacía frío. Entrar y salir sólo pasándole por encima. Ahora, bien, esto suponía un enorme problema, si tenemos en consideración que, de acuerdo con la pragmática de las puertas, sólo se puede atender a un suplicante cada vez, de donde resulta que mientras haya alguien esperando una respuesta, ninguna otra persona podrá aproximarse para exponer sus necesidades o sus ambiciones. A primera vista, quien ganaba con este artículo del reglamento era el rey, puesto que al ser menos numerosa la gente que venía a incomodarlo con lamentos, más tiempo tenía, y más sosiego, para recibir, contemplar y guardar los obsequios. A segunda vista, sin embargo, el rey perdía, y mucho, porque las protestas públicas, al notarse que la respuesta tardaba más de lo que era justo, aumentaban gravemente el descontento social, lo que, a su vez, tenía inmediatas y negativas consecuencias en el flujo de obsequios. En el caso que estamos narrando, el resultado de la ponderación entre los beneficios y los perjuicios fue que el rey, al cabo de tres días, y en real persona, se acercó a la puerta de las peticiones, para saber lo que quería el entrometido que se había negado a encaminar el requerimiento por las pertinentes vías burocráticas. Abre la puerta, dijo el rey a la mujer de la limpieza, y ella preguntó, Toda o sólo un poco.

Continuará en algún otro momento....

Empezando el ambiente....

Vamos a comenzar la ambientación el día de hoy con esta canción, la cual está clasificada en mi cancionero personal como top top top..., es posiblemente una de las 3 canciones que mas me gustan y que más ha significado en mi vida... Suban el volumen...

Long Cool Woman (in a Black Dress), The Hollies

Status Today: OPEN!!!!