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lunes, 7 de febrero de 2011

Bitácora de Juego | Necaxa vs Morelia

Por Monster

Viernes, 04 de febrero de 2011. 23:45 horas

Eran apenas pasadas las 20:00 horas de este viernes cuando al igual que muchos de ustedes abandoné el mundo para centrar mi atención y mis sentidos en la batalla que se iba a desarrollar en el empastado del estadio Victoria en Aguascalientes. Apenas iniciando la semana recibimos la agradable noticia de que la directiva había cortado la cabeza del individuo que usurpaba la posición de inteligencia táctica en nuestra escuadra. Y si bien los números del nuevo designado no son espectaculares, al menos conocíamos que tiene bastantes horas de vuelo en estas latitudes.

El encuentro comenzó y desde el inicio tuvimos que soportar los comentarios burdos de la gente que es enviada por la televisora en turno para comentar los sucesos del partido. Por otro lado, el nuevo estratega modificó el parado táctico del equipo y desde el inicio fue posible observar el esfuerzo de varios jugadores por tratar de avanzar sobre la meta rival y generar situaciones de peligro.

¿Qué motivo tal cambio en los jugadores de una semana a otra? Tal vez sea una combinación de ansiedad y vergüenza deportiva por los más de 15 juegos nefastos que han dado últimamente o, siendo más indulgentes, tal vez el cambio de líder ha comenzado a inyectar nuevas fuerzas y nueva confianza de lograr los objetivos, en realidad no lo sé y es muy pronto para evaluar de una forma concreta e imparcial la labor del nuevo DT en el seno del equipo.

El club visitante dirigido por un viejo lobo en nuestro fútbol nacional, Tomás Boy, se presentó más con la idea de golpear, lastimar y frustrar el accionar del equipo rojiblanco en la cancha que en presentar argumentos futbolísticos con los que pudiera ser superior en el terreno de juego. Así pues desde los primeros minutos, el partido se presentó tenso y con acciones al filo de la navaja.

Necaxa intentaba atacar por los costados con Suárez e Iñiguez y buscaba imponerse en medio campo con la velocidad de Barbosa, la habilidad de Mosqueda y la garra del “Tilón” Chávez. Poco a poco se fueron generando jugadas, aunque más de pundonor que de buen fútbol, y a lo cual el equipo morelense tuvo a bien responder con un número excesivo de patadas violentas hasta el límite en el uso de fuerza excesiva en las barridas sobre los jugadores rojiblancos. En este punto me parece que el nuevo DT de rayos hizo bien su trabajo al mantener una fuerte comunicación con sus jugadores, evitando de esta forma que se engancharan por estas acciones violentas y buscaran confrontar a sus rivales por las duras acciones con las que eran castigados. Totalmente diferente a lo que hizo el señor Boy, desestimando sin justificación las decisiones arbitrales y alentando a sus jugadores a continuar con el mismo plan de juego y hasta buscando confrontación con "el Jefe" de la zaga rojiblanca.

Morelia no tenía ni pies ni cabeza, al grado de que el portero necaxista no tuvo prácticamente trabajo en toda la noche. Los monarcas no podían contener la presión que ejercía Necaxa en medio campo al intentar recuperar la pelota y perdieron dos jugadores en acciones violentas de falta cerca del círculo central.Así pues, Necaxa tenía todo para buscar su primera victoria en el torneo.

Los rayos lo intentaron al poner más jugadores hacia la ofensiva, lo intentaron con centros, con tiros de media y larga distancia, lo intentaron al conseguir tiros de esquina, al cobrar faltas fuera del área grande… y sin embargo no pudieron.

Y es así de simple: Necaxa no pudo generar una sola jugada clara de gol hacia la meta contraria a pesar de la superioridad numérica. Aunque a decir verdad, Necaxa sí consiguió marcar en la meta contraria. Fue con un tiro lejano por parte de Suárez, un tiro impresionante desde mi punto de vista, un disparo hermoso. Les cuento brevemente: Suárez tomó la pelota afuera del área grande rival, de espaldas a la portería, se acomodó y ante el acoso de un defensa morelense disparó a meta en cuanto tuvo la oportunidad y consiguió superar a portero Vilar que estabaa ligeramente adelantado. El gran disparo del necaxista hizo un pequeño extraño en el aire, evitó la mano del portero y se incrustó en el travesaño superior de la portería, después de lo cual picó dentro de la misma -hasta medio metro dicen algunos- y por efecto del fuerte impacto y la velocidad botó hacia a fuera de la línea de meta, siendo aprovechado este rebote por Sergio Blanco quién remató de cabeza y consiguió una nueva anotación en claro fuera de juego. Esto bastó para que tanto el arbitro central como el asistente de línea dieran por anulado el gol legítimo ocurrido durante el disparó de Suárez argumentando simplemente "fuera de juego". Esto llevó a una serie de discusiones y molestias por parte de los nuestros al grado de que el entrenador rojiblanco fue expulsado injustamente del terreno de juego.

Faltaban poco minutos para la culminación del partido y francamente fueron minutos de coraje. De mucha rabia por el atropello del que fuimos objeto con el terrible error arbitral y de mucha frustración al tener superioridad numérica y no poder resolver el encuentro con claridad.

Y así, el árbitro central pitó el final del partido. El resultado fue 0-0 y Morelia se llevó el empate, totalmente inmerecido, del estadio Victoria al más puro estilo Brailovsky .

Sí, definitivamente fue una batalla dura, como todas las que nos faltan si es que el equipo tiene los deseos de salvarse. El torneo se complicará cada vez más y me atrevo a decir que este fue solo el inicio de las peleas más fuertes de los próximos tres meses. Al menos ahora tenemos un DT que trata de sacar lo mejor de sus jugadores, que se nota que les inyecta fuerza para seguir adelante y sobretodo que habla, se enoja y pelea decisiones injustas por el bien de su escuadra. Al menos hoy en día tenemos un líder dirigiendo en la banca y es cuestión de unos pocos días para que se complete la conexión con los lideres en la cancha y empecemos a funcionar al tope de este equipo.

Ya han pasado un par de horas después del término del partido y solo veo frustración en la afición. Por todos lados veo, leo y escucho voces de rabia y en muchos de estos casos casi puedo jurar que esas palabras se plasman con los ojos llenos de lágrimas. Son voces de impotencia y coraje que tratan de desahogar el sentimiento anudado en la garganta que todos tenemos debido a los poco más de 90 minutos que duró la agonía del último juego del Necaxa.

Siendo sinceros, no sé qué se puede pronosticar de esta escuadra. Como aficionado en este momento solo quiero dos cosas: ver que todos los jugadores que porten la camiseta rojiblanca pelean a muerte por cada balón durante cada minuto de los partidos que faltan y dejar de ver aficionados que dicen sentir vergüenza del club ya sea con palabras o con estúpidas bolsas de papel en la cabeza.

Ojalá la siguiente semana podamos escribir en esta bitácora que se ganó sobre el rival más enfermizo y mediocre que puede tener el conjunto rojiblanco.

¡Hasta la victoria…Necaxa o muerte!

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